Sentado delante de un folio en blanco, escoltado a ambos lados por sendos bolígrafos de diverso color. El azul describía la acción pretendida, mientras que el negro reflejaría la acción concluida satisfactoriamente.

 

En esa encrucijada me encontraba, como tantas y tantas personas que, llegado el momento, sucumben a la tentación de plasmar e inventariar en un vulgar folio en blanco, los sueños quieren cumplir. Efectivamente les hablo de la típica lista de: “Que quiero hacer antes de morir”, con una salvedad, y es la circunstancia de no haber sido gestada y concebida para ser enumerada y trasladada al papel bajo ese título, ya que como bien diría Tyrion Lannister: “La muerte es tan…definitiva, mientras que la vida esta llena de posibilidades”, y es en esta frase del personaje de ficción creado por George RR Martin, donde yo encontré mi inspiración.

 

Dos premisas, me llevarían a la conclusión de que el momento de disputar una prueba como esta que nos ocupa había llegado. La primera, es como una cadena invisible que nos une a todos los componentes de este Club, y no es otro que el DEPORTE. La segunda, ya conocéis a que tipo de practica deportiva me ha trasladado.

Reto, sueño, anhelo o ambición, cualquier palabra sería válida y cada una de ellas nos acaban conduciendo al mismo lugar: IV MEDIA MARATÓN RINCÓN DE LA VICTORIA.

 

Permítanme la libertad de comenzar de la siguiente manera: Érase una vez, 6 caballeros

del prestigioso Club Deportivo Axarlon, los cuales decidieron a través de deliberaciones internas que se daban las circunstancias para conquistar el Reino de Rincón de la Victoria, 21.097 metros les separaba de su objetivo…

 

Pues sí, este es el inicio y este uno de mis SUEÑOS.

 

Rincón de la Victoria; 9.58 am

 

RUBÉN RUZAFA, el cual, hace escasamente poco tiempo lograda proclamarse como vencedor del mundial XTERRA en Hawai, se dispone a dar el pistoletazo de salida.

Manu y Jorge se colocan detrás, Fran y Soto están cerca de mí. Mi hermano me señala a Ruzafa, ha conseguido algo que muchos soñaríamos, y yo hoy, ¿por qué no? me siento un poco Ruzafa. A través del arco que indica el punto de salida vislumbro una larga recta de un paseo marítimo, aunque este sufre un ligero contratiempo y se desinfla consiguiendo que desvíe la vista de la salida. Activo el GPS del reloj, me coloco el auricular derecho, luego el izquierdo. No tengo ningún ritual particular, así que nos deseamos suerte entre los integrantes del Club, a los que se ha unido Alex.

 

Me reservo un instante para mi, no pienso en nada particular y a la vez en todo, es un momento, un segundo, pero es mío, es el anillo arrebatado a Gollum, MI TESORO. Noto el calor que desprenden los que me rodean. Me acabo de despertar, mis músculos ya saben a que hemos venido.

 

Suena el disparo anunciando la salida, primero el derecho, luego el izquierdo, ya estamos corriendo, enciendo el ipod, hemos venido a disfrutar. La típica salida en la que sueles quedar atrapado por unos instantes no se produce. Dudo entre ser conservador o tirar hasta desfallecer. Solo puedo ver a Alex a unos 20 metros. Soto y Fran ya han puesto en marcha su particular pique.

Recorremos el paseo de Rincón y para nuestra sorpresa y deleite nos topamos con unos túneles, dejo volar mi imaginación, corremos a refugiarnos ante un ataque aéreo inminente, incluso observo casquetes en el suelo. Consigo adaptarme al ritmo de la bicicleta que marca el tiempo de 1h 35 min; en el segundo túnel escucho una explosión, quizás no andaba mal desencaminado del todo. Para nuestro alivio descubrimos que se trata de una de esas bicis que marcan distintos ritmos, la cual acaba de perder su inmenso globo.

Veo a Soto y Fran que ya vienen de vuelta, siguen juntos, parece que el duelo se presenta apasionante.

Salimos del paseo y nos asomamos a un largo asfalto, se acerca una chica y me ofrece un vaso de agua, intento beber y acabo echándomelo por encima. Nota mental: nunca cojas un vaso de agua mientras corres.

A la altura del kilómetro 10 encuentro a alguien que se asemeja a mi ritmo de carrera, veo llegar a mi hermano de vuelta, ya casi está encarando los últimos kms que nos separa de la GLORIA. Chocamos las manos ¡PODEMOS!

 

Al salir de mis pensamientos, me fijo en uno de los pequeños carteles situados al lado derecho del asfalto, refleja un número 16, ya casi estamos.

Noto que empiezan a flaquearme las fuerzas, mi compañera de carrera me abandona, momentos antes contemple que saboreaba uno de esos geles que parecía estar faltándome. Un pequeño flashback recorre mi cabeza. Establezco una relación entre el choque de manos con mi hermano y este desvanecimiento. Quizás es como PÍCARA y ha conseguido arrebatarme las pocas fuerzas de que disponía a través del contacto. Posiblemente acabo de convertirme en uno de los personajes secundarios de BOLA DE DRAGÓN, estábamos ante un momento crucial en la carrera y le cedí toda mi energía para que acabara dignamente.

 

Fuera como fuese, comienzo a bajar el ritmo, el calor que hasta entonces había pasado desapercibido comienza a pasarme factura, la música que tan alegremente acompañaba mi discurrir, me sobra. Consigo situarme en un hueco en el que estoy en tierra de nadie, acabo de convertirme en un NAUFRAGO.

 

Y es en ese instante, cuando el silencio te invade, cuando no escuchas el aliento y los aplausos que te brinda la gente, eres sólo tú y la carrera. Y en ese peculiar momento, comienzas a luchar un combate, que a la postre te supondrá acabar o retirarte, el cuerpo se siente derrotado y sólo cuentas con tu mente, aparece tu ángel y tu demonio, posados en tu hombro susurran levemente al oído palabras desmoralizadoras o estimulantes. Es tu esfuerzo y tus ganas de llegar hasta el final y gritar: “HOY VINE, HOY VI Y HOY VENCI” y entonces…solo entonces…recuerdo, veo fotos en las camisetas de familiares o amigos que una vez compartirían estos mismos instantes con ellos y por desgracia hoy lo hacen de otras maneras, amigos que se abrazan para enfilar juntos y de esta manera los últimos metros que les quedan para concluir, gente que llora y gente que ríe. Personas que suponen un ejemplo y que no se rinden aún acabando en última posición y fuera de tiempo. A todos vosotros, ejemplo de superación, el reconocimiento desde el Club Deportivo Axarlón.

 

Hemos terminado y creo, desde la distancia, que cada uno de nosotros somos un poco más FELICES.

 

Quiero felicitar a cada uno de los componentes del Club Deportivo Axarlón por compartir conmigo esta carrera, este sueño. No me queda otra que felicitar a cada uno de los participantes porque, no sólo han terminado, sino que han bajado sus marcas personales en esta distancia.

Aplaudir a Soto, que esta demostrando ser un auténtico TITÁN y deja el record de este Club para esta distancia en 1h 28min 11seg.

A Fran, porque a pesar de sus molestias sigue estando arriba y logrando marcas increíbles. Estoy seguro que este dúo dará mucho que hablar.

A Alex, para mi un ejemplo de lo que tiene que ser un triatleta, el se declara enamorado de la bicicleta, pero viendo sus tiempos y hasta donde es capaz de exprimirse en este tipo de carreras, no sabría decir en cual de las tres disciplinas destaca más.

A Manu y a Jorge, que aunque más rezagados, me alegra comprobar que siguen mejorando batiendo en cada carrera sus antiguas marcas y además demostrando que pueden mantener un pique del mismo nivel que los TITANES antes mencionados. Enhorabuena a ambos.

A María del Mar y Rocío, aunque objetivamente, y creo que mis compañeros estarán conmigo, hubiésemos preferido veros disfrutando de la carrera, se agradece el apoyo incondicional y el haber servido de estupendas reporteras.

 

Cruzo la META, llevo un paso lento y pesado, miro hacia atrás y solo puedo sonreír, quizás no estaremos ante una Media Maratón con el recorrido más bonito, habrá mejores en las que debutar en esta distancia, algunos protestarán de la organización, pero creo hablar en nombre de Alex y el mío propio que se ha convertido en “NUESTRA MEDIA MARATÓN”.

 

De nuevo ante el papel, en este caso, el bolígrafo es de color negro, realizo con el una pequeña línea recta. Este es el final y este era uno de mis SUEÑOS.