Parece que es la hora y no es la hora

 Parece que está todo y algo falta

 Parece que la alcanzo y es más alta

 Parece que se acerca y se evapora…parece que es el día y no es el día.”

 

Permíteme empezar evocando un pregón, un manifiesto, donde un maestro del verso llamado Antonio García Barbeito, allá por el año 2010, puso de relieve su particular visión  sobre la Semana de Pasión Sevillana, ganándose por méritos propios el calificativo de BARBEITAZO.

No será la circunstancia particular de haber trasnochado lo que me ha llevado a parafrasear este discurso. Más bien la eventualidad de estar enclavada esta carrera en el comienzo de lo que en los calendarios litúrgicos se conoce como Cuaresma. Y es que la esencia de está Mini Maratón no arraiga en una distancia tomada en un número y trasladando este a kilómetros, el carácter lo imprime un último kilómetro y medio, quizás algo más, donde asciendes para contemplar, desde el singular Monte Calvario Malagueño al que hoy nos enfrentamos y al cual llamamos Castillo de Gibralfaro,  unas embriagadoras vistas panorámicas de la capital malacitana.

En esa lenta espera del verdeo de las cosas, la primavera ya ha colocado las palmas de sus manos en el alféizar de la ventana, la naturaleza empieza a desentumecerse de un invierno ventoso presentándose una vez más a través de los distintos matices y fragancias de sus flores, el barrio donde se encuadra la salida aún duda si desperezarse y abandonar el refugio que le proporcionan unas cálidas sabanas.

Entre aquellas personas que lo han conseguido nos topamos con una mujer, desconocido su nombre, aunque tiene cara de Carmen o María. Nuestra querida Carmen, es una mujer de Barrio, posiblemente ha sido ama de casa durante gran parte de su vida y sin embargo hoy, la vemos ayudando en el bar de quien quizás es su hijo. Amable por naturaleza, Carmen no tiene reparo en subir a su casa por unos imperdibles y es que, a su manera, colabora para que la carrera popular más antigua de su querida Málaga siga celebrándose con éxito. Dejamos el Bar, no sin que Carmen nos haya deseado unas cuantas veces mucha suerte. Desde estas líneas mucha suerte a ti también…y en cierta manera, va por ti Carmen.

La deidad Ra-Horajty, origen de la vida en la mitología egipcia, ha hecho acto de presencia y trabaja ya en elevar la temperatura haciendo innecesario el anteriormente indispensable abrigo.

Colocados ya en el arco de salida, las conversaciones con referencia a la famosa subida al Castillo de Gibralfaro eran constantes y continuadas en los diferentes corrillos que se formaban en torno al mismo. Los nervios previos a la salida no faltaban a su cita y se hacían patentes minutos antes del sonido que indicaría el comienzo, en ese característico instante de ensimismamiento vislumbro una frase:

No se lo que esperas de mí, pero si se lo que llevo entre los aliños de mi indumentaria para darte

Salimos, e inmediatamente buscamos un lateral donde evitar el ya tradicional embotellamiento de los comienzos, nos lanzamos al encuentro de lo desconocido, de aquello que aún siendo incierto es querido por todos, tras un giro a la izquierda enfilamos una larga recta que nos irá aproximando poco a poco al desafío que todos venimos buscando. Consciente o inconscientemente no acabamos de dar el 100 %, esperando una batalla antes de poder echar el ancla, una certeza de llanto, una conversación eterna con la verdad de tus adentros, un sabor amargo que deja regusto a dulce.

Y la intuyes, llegas descendiendo los últimos metros bajo un cielo azul intenso y amenazante, donde una letanía colectiva tras de ti confirma lo que tus ojos ya están viendo. Contemplando un nuevo giro de izquierdas vas guardando pasito a pasito el aliento que seguro va a hacer falta.

 

SILENCIO…

 

Parece que es la hora y no es la hora

 Parece que está todo y algo falta

 Parece que la alcanzo y es más alta

 Parece que se acerca y se evapora…parece que es el día y no es el día.”

En silencio se presenta erguida y majestuosa, y en sus sinuosas calles te señala y te desnuda, y solo quedáis tú y ella. ¿Qué propósito mundano te trajo hasta aquí?, se acabo el esconderse detrás de los que te han ido acompañando por el camino. Quiere que vivas con ella una relación masoquista, un dilema de amor y odio, donde a pesar del sufrimiento, ella pretende que la ames. El tiempo se eterniza en su presencia, y con cada nueva pisada, exige más de ti. ¿Qué pretendes encontrar en mis calles? Acompasas la respiración, buscas una cadencia adecuada de pasos y avanzas, la distancias entre los que te anteceden y los que te preceden se estabilizan, vuelves a moverte en tierra de nadie, en tu particular isla. ¿Qué quieres encontrar al llegar arriba? Paso a paso vas encontrando en cada metro la reafirmación de que la constancia, el esfuerzo, la capacidad de sufrimiento es lo que te acabará llevando a la cima. Y por muy raro que parezca, el deporte dibujado esta mañana en el ascenso al Castillo de Gibralfaro, nos acaba de enseñar una lección de vida.

Venga otra zancada más…a ti hermano, padre o madre, amigo…que compartes esta locura…pero oh si, una Bendita Locura.

Cinco componentes de Club Deportivo Axarlón se dieron cita a los pies del Castillo de Gibralfaro. Alejandro Morales x2 (padre e hijo), Alex, Fran y Jimmy. Obteniendo cada uno de ellos buenos resultados dentro de sus expectativas y disfrutando de la Carrera Popular más antigua de Málaga. Donde Fran volvió a reafirmarse como uno de los atletas más en forma del Club, siendo Alex protagonista tras su fisura en un dedo del pie que lo ha tenido bastante tiempo alejado de cualquier competición y donde padre e hijo siguieron demostrando una increíble progresión. Salud y Kilómetros para todos.

A ti adorno, signo de dignidad o insignia de mando, seas de madera, marfil, plata u oro vayan mis últimas palabras.

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